Es raro elegir bien a una pareja. Ese es el problema. No saber elegir bien. No se
enseña. Nos embarcamos en relaciones de pareja y aprendemos a vivir tanteando por
ensayo y error. Cómo darse cuenta si elijes bien cuando en realidad se idealiza al otro.
Una vez pasa la etapa de enamoramiento las personas comienzan a contarse a sí
mismas una historia en su cabeza que no es congruente con la realidad que vive día a
día en su relación de pareja.
Cómo terminar si fuera el caso una relación de pareja desde el respeto mutuo. Cuándo
dejar ir. Cómo rescatar una relación desde la honestidad y el compromiso. Lo que
observo en consulta es que las personas se unen en convivencia sin apenas
conocerse. Primero la persona debe trabajar en sí misma, autoconocimiento.
Muchas parejas se van construyendo mentalmente. Viven la relación asumiendo cosas
sin expresarlas y para que el vínculo funcione deben expresar necesidades específicas,
lo que espero del otro, expresar preocupaciones, dudas, así como alegrías, validarse,
motivarse y en muchas ocasiones desarrollar tolerancia. Vivir en pareja es sentirse en
una relación justa. En igualdad. De forma plena.
Es vital conocerse porque al final la relación más importante es la que establecemos
con nosotros mismos. Qué tan bien te conoces, cuan paciente eres contigo mismo,
cómo gestionas tus propias emociones, cuan presente estás en momentos de
vulnerabilidad. ¿Te validas? ¿Te aceptas? ¿Te cuidas en todos los aspectos? Es
desarrollar esa intimidad en la que aprendes a promoverte bienestar, tranquilidad, en
fin, es…amarte.
Desde esa perspectiva cuando te conoces, te respetas, te amas y te valoras defines las
experiencias que quieres vivir en una relación de pareja y aprendes a elegir no para
que te haga feliz o te complete, sino para acompañarte en un vínculo de compromiso
en el que ya tú estás completo. En un vínculo en el que ambos aporten sus propios
valores.
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